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jueves, 23 de octubre de 2008

Si de Nuevo lunfardo se trata... Otra historia de 3º 2ª

Cacho: -¿Qué hacé guachin? Todo piola?
Gastón: - Todo piola. ¿Qué andás haciendo?
Cacho: - Nada. Fumando un fasito con unos amigos.
Gastón: - ¡Eh! loco... no me invitaste... Tas re sarpado... ¡rescatate!
Cacho: - Bueno, loco... otro día te paso el tono... Cuidate loco.
Gastón: - Ok... fumate la vida.

Este texto es un diálogo ficcional en donde se trabajó el lunfardo, producción de Alan Flores, 3º 2ª. A la derecha se puede observar una foto del autor y su compañero Germán Montivero, que dicho sea de paso, son los compañeros más solidarios de 3º 2ª y que no le tienen miedo a las fotos.

Si de lunfardo se trata... Otras historias de 3º 2ª

G.: - Hola Mati.
M.: - Hola Gonza, ¿cómo va?
G.: - Todo piola, vos ?
M.: - Bien, todo tranca. Viste el partido ayer?
G.: - Sí, me pareció una mier**, encima perdimo'.
M.: - Imaginate, yo estaba enh la cancha con lo' pibe' y nos fuimo' todo re calientes.
G.: - Sí, me imagino, el referí era terrible gil!
M.: - Yo me lo llego a cruzar y lo cago a trompadas.
G.: - Sabelo! Bue che. Te dejo guacho. Chau.
M.: - Saludo a tu vieja.

Maia Lemcke, 3º 2ª.

viernes, 10 de octubre de 2008

Analizando el criterio que ponen en práctica los Educadores para calificar.

Una de las preocupaciones de algunos alumnos es, el criterio que emplean los profesores/as para calificar a los alumnos, como habrán percibido son muy diversos. El educador tiene la absoluta facultad y libertad para utilizar el criterio que mejor le satisfaga, pero a qué elementos dan importancia o prioridad para calificar. Es algo muy notorio, que no todos los educadores le dan la misma importancia al mismo elemento. La arbitrariedad con que califican algunos de ellos, es algo evidente; qué valores están en juego?
El profesor se asemeja a un juez, en ciertos aspectos, pero con una diferencia; al juez se lo puede recusar,sin embargo al profesor, no!, por temor a las represalias que puedan llevar a cabo para con el alumno. Entonces, especulan con dicha autoridad que se les adjudican o sea abuso de poder. Además, hay que acatar la resolución que ejecuten. Por otra parte, la mayoría no aceptan debatir o al menos tratan de evadirlo y los que aceptan discutir el tema, muchos de ellos, emplean terminologías desconocidas dejándolo en inferioridad explícita, omitiendo intencionadamente la ignorancia del alumno.
La a sistencia, la participación y la voluntad que se aplica a la materia o asignatura, da como resultado la nota de concepto. Contiguamente, estánlas notas de los examenes y la de los trabajos prácticos. En consecuencia, arribamos a la conclusión de que estos tres elementos promedian y de ahí, surge la nota final pero he te aquí donde emergen las diferencias. No todos promedian los tres elementos y además emplena diferentes criterios.
Ejemplo 1º: Un alumno regular, no conflictivo y que asistió a la única evaluación que se tomó, logró un 5 quedando ésta como nota final. Ante la misma circunstancia el mismo profesor le cierra el trimestre con un 5 a otro alumno de análoga particularidad a excepción de que no asistió al único examen.
Ejemplo 2º: Un alumno que no ha sido regular y además ha faltado en las últimas fechas de evaluación y no tiene ningún trabajo práctico presentado el profesor opta por cerrarle el trimestre con un 4 y en cambio, otro profesor de distinta materia, ante las mismas circunstancias decide calificar como nota final con un 1.
Ejemplo 3º: Otros profesores exigen un trabajo práctico que luego serán ojeados con extrema rapidez y de este modo le restan importancia a Trabajos Prácticos que han llevado horas en su realización.
Ejemplo 4º: También está aquel educador que contemplando al alumno macheteandose no le anula el exámen. Sino que decide omitir la situación.
Estos son ciertos ejemplos, por los cuales advertimos una clara evidencia de las injusticias cometidas. Hay miles de ejemplos, que no alcansaría toda la Revista para citarlos.
También podemos mencionar a aquellos profesores que se dejan influir con las adulaciones que reciben de los alumnos, es decir, alumnos que fingen tener afición por la materia pero su único objetivo es caerle bien al profesor, de esta forma el profesor tome una afinidad con el alumno, por consiguiente el educador no toma la misma actitud para con el alumno que ha pasado inadvertido. Con esto quiero decir dos alumnos con una misma nota de evaluación, por ejemplo: un 5, se les facilitará aumentar la nota de concepto a aquel alumno que lo estubo agasajando y al que no tubo agasajandolo obtendrá sólo la nota de evaluación. El profesor de esta manera ha establecido un vínculo con el alumno inconsciente o consciente que no le permitirá ser objetivo, por lo tanto, quedará condicionado. [Los jueces no resuelven juicios donde estén involucrados con sus allegados.]. Dado que su visión sería subjetiva. A los aspectos de todo esto quien sale perjudicado es el alumno.
Una parte de los profesores admiten preciones implicadas del gobierno para aprobar al alumnos porque sólo quieren porcentajes favorables de estadísticas de egresados. Lo que los educadores omiten es que son ellos, las herramientas para dicha finalidad del gobierno. Creo que todos estamos involucrados ya sea en forma directa o indirecta y en parte, lo avalamos.
En lo particular, me agradaría que se autocomboquen para tratar este problema con el propósito de unificar los diferentes criterios dado que con el vigente criterio individualista y retrogrado se han cometido muchas injusticias.

Aldo Chaile.