Esta historia ocurrió en el año 1967, cuando yo tenía 10 años, en una isla llamada MORTEM.
En esta isla habían 2000 habitantes que vivían de la pesca; una mañana yendo con mi padre al muelle vimos venir una nube que envolvió toda la isla y de repente comenzó a acercarse un barco pirata. El barco siguió navegando alrededor de la isla sin rumbo.
Desde ese día al permanecer una bruma constante sobre la isla que hacía que la visibilidad se dificulte, comenzaron a aparecer personas muertas e inclusive hasta familias enteras muertas en sus casas, por lo que el ánimo se tornó al pánico y ya nadie andaba en la calle porque tenían que hubiese una epidemia.
Ante estos hechos, la policía de la isla comenzó a hacer una serie de investigaciones ya que los cuerpos no presentaban signos de violencia alguna, por lo que no entendían cuál era el motivo o causa de las muertes.
Los isleños comenzaron a hacer correr la voz de que lo que estaba sucediendo era a causa del barco, entonces decidieron, un atardecer, subirse a sus embarcaciones y tratar de alcanzar el barco que seguía navegando alrededor de la isla, al alcanzar el barco que seguía navegando alrededor de la isla, al alcanzarla se dieron cuenta que no habían tripulantes en la cubierta del barco, y después de varias maniobras lograron abordar la nave.
Una vez en ella se encontraron con la sorpresa de que no solo no había tripulación en la cubierta sino que además no había nadie en todo el barco, lo que los desconcertó; puesto que el barco continuaba su marcha, entonces decidieron llevar el barco al muelle de la isla y ahí podrían hacer los estudios necesario para saber a qué enfermedad se enfrentaban.
Esa noche fue la última noche de todos los isleños, inclusive la mía, ya que desde el barco salían espectros que se apoderaron de nuestras almas.
Marcy Ocampos, 1° 3°, T. N.
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