Homenaje al Prof. Héctor González

El profesor Héctor González es docente de nuestra escuela, en los curso de 5º FM II, 5º CB II, entre otros. Es también un docente de de mucha antigüedad en la casa. Por tal motivo, quisimos homenajearlo, tanto Colegas, Preceptores, y Alumnos, por motivo de su dedicación en esta Institución. Creemos que los Merecidos Homenajes, hay que manifestarlos mientras se pueda y quede tiempo. ¡Muchas gracias, profe, por su entrega y amabilidad! Este es un Poema, tomado del escritor paraguayo, Augusto Roa Bastos, que creemos, que refleja y sintetiza todo Nuestro Sentir.
¡Muchas Gracias, Profe, por TODO lo que nos brindó…!

Poema al Amigo
“Tu eres de aquellos que saben leer por encima del hombro; no tengo necesidad de buscar las palabras para decírtelas…” J. Superville.
Cuando como una rama iluminada
Del corazón tu mano hacia mi mano
Tendió su firme claridad, hermano,
Caballero querido, camarada,
Entonces qué alegría, qué alegría
Puso de pie mi soledad de amigo
Puso mi vida y púsola contigo
Vestida por la luz del mediodía…
¿Te acuerdas? Regresaba de muy lejos.
Era un bar. Y era la voz del arpa.
En todo instante un barco inmóvil zarpa
Desde mis ojos hasta tus reflejos
Para seguir tu resplandor al paso
De tu existencia de ola combatida,
Para apegarme al suelo te contemplo,
Con el imán de un luminoso brazo.
Y luego las palabras, ¡Qué lejano
Conocimiento nos unía! Ahora como
En el centro de una antigua aurora
De hace mil años te contemplo, hermano.
Tu venerable juventud admiro,
Te admiro por tu madre valerosa
Que hizo tu mano leve y poderosa
De hierro casi y casi de suspiro.
Te quiero por tu infancia destruida,
Por ésta tu presente madrugada
Tan prodigiosamente conquistada
Y tan varonilmente construida.
Ya el niño triste de aquel tiempo lindo
Tiene su altura de hombre constelado
Ya aquella puerta sorda a tu llamado
Se abrió a tu nombre de cristal vestido.

Te quiero porque quiero que me quieras,
Porque no quiero sino lo que quieres
Y porque quiero todo aquello que eres;
Lo que serás aún y lo que eras.
Caballero querido, camarada,
Porque me das la música y el eco
Y eres el agua por mi cauce seco,
Dándome todo sin yo darte nada.

Por eso te conozco cuando trae
Tu rostro el aire en chispas transparentes;
Por eso siento la emoción que sientes
Y que a mi sombra dulcemente cae.
Yo te conozco en todos mis amigos
Porque el calor de tu amistad les diste
Y en todos aquellos tu presencia existe
Como el calor del sol sobre los trigos.
Yo te conozco cuando estoy despierto
Y cuando estoy dormido y cuando escribo;
Yo te conozco, hermano, porque vivo
Y te conoceré también cuando esté muerto.
Augusto Roa Bastos.